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lunes, 14 de marzo de 2011

El arbol

He besado ese árbol,
nuestro árbol,
me he abrazado a su tronco,
y el beso se ha encendido,
mas no ha traspasado su luz
a cada una de sus ramas.


El árbol no me acoge,
no parece sentir
todo ese mundo de sentimientos,
de recuerdos,
que a mis ojos se vuelven colores,
rojos los sentimientos,
amarillos los recuerdos,
verde la esperanza,
olores y rumores de un pasado feliz.


Mas el árbol sigue inmutable,
indiferente al voluble amor,
y tan solo centrado en lo que no cambia.


Y mis ojos se pierden por sus ramas,
buscando esa flor esquiva,
de la felicidad,
y el, pura su savia,
verdes sus hojas,
se yergue tan solo atento,
a la eterna realidad invisible
del tiempo que nos cobija.

2 comentarios:

  1. Qué bonito poema, los arboles no son los sitios mejores para buscar esos sentimientos, ni se inmutan, pero sí que traen en ocasiones buenos recuerdos de eso que un día sentimos. Que hermosa también la imagen.

    Besitos.

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  2. Si, los recuerdos los asociamos muchas veces con lugares gratos.
    Graciaspor tus comentarios. besos:-)

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