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lunes, 5 de septiembre de 2011

Nadie elige su amor

Como en una dulce ensoñación,
rememoro tu figura,
mis palabras evocan el verde mar
y las doradas arenas,
el naranjo en flor,
la tímida margarita.


Obedientes al recuerdo,
tus negros ojos me miran con ternura,
tus gráciles dedos me acarician,
y tu sonrisa ilumina todo tu semblante.


Nadie elige su amor,
llega un buen día,
se planta junto a ti,
cambia tu vida,
ahuyenta sombras
y siembra claridades.


Luego un mal día se va como vino,
dejando mi corazón donde nació,
al lado de un río,
bajo un pequeño árbol,
iluminado por una creciente luna
y un puñado de estrellas.


Despierto de mi ensoñación,
una aurora radiante en este frío día,
con el incendio de ese amor,
envuelto en nieblas de miedo
y desesperanza,
camino de nuevo hacia la mar,
hacia el olvido.

6 comentarios:

  1. Como viene se va meniño, es cierto.
    Un biquiño cálido y húmedo hoy muy especial.

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  2. Carmela siempre vuelve la ilusión con el olvido.
    Bicos meniña.

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  3. Jaumerei, abrir tu blog... ver que has colgado un nuevo poema... leerlo atentamente y... disfrutarlo.
    Me encanta! Todo un placer.
    Besos y abrazos desde el sur.

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  4. Isabel, gracias a ti, es un gozo escribirlo leyendote.
    Besos y un abrazo de oso blandito.

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  5. Es cierto que nadie elige a su amor, supongo que eso tambien misterio porque no sabemos cuando aparecerá ni como será...
    Precioso de verdad.

    Besitos.

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  6. campoazul así es, una incognita total, quizás hoy, tal vez mañana.
    Gracias por tus comentarios preciosa.
    Besitos.

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