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jueves, 24 de noviembre de 2011

El cafe de las horas

No hay horas en ese café,
solo momentos,
el café te asalta la nariz,
delicioso aroma al cruzar el umbral,
mezclado con el olor de las velas,
el humo de los cigarrillos,
los perfumes de mil tipos distintos.

Escenas dieciochescas te contemplan,
mientras te atrapa la música,
los grandes genios componen para ti,
pianos, violines, guitarras, clarinetes,
esparcen sus sonidos por doquier,
sin molestar el hablar quedo,
las cálidas sonrisas de las gentes,
saboreando sus cafés, sus tés.

Unas manos perdidas entre las mías,
unos ojos fijos en otros diciendo,
mas que mil palabras, mil sentimientos
mil besos, mil caricias,
cubrieron el rincón que nos acogió,
voló el tiempo, volaron los minutos,
mas esas horas siempre estarán ahí.

Entre tu y yo, en tus manos,
en mis labios, en tu mirada,
en nuestros corazones.

3 comentarios:

  1. Me encantaría estar en ese idílico café, tiene todos los elementos (menos el humo del tabaco) para soñar y ser soñada entre aroma y sabor de café. Esto para una cafetera como yo es un soborno. :)

    Besitos.

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  2. Otro nuevo cambio en tu estilo que me sorprende y para bien.
    Enhorabuena meniño...
    Un bico cálido y húmedo como hace tanto y tanto tiempo... Te echo en falta.

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  3. Qué acogedor es charlar alrededor de una taza de café... me encanta.
    Jaumerei, estoy con Carmela, se te echa de menos.
    Un beso y un abrazo fuertes.

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