lunes, 2 de agosto de 2010
Amo el aroma de esas flores,
esas pequeñas flores de azahar,
que llevas atadas dentro de tu sonrisa,
blancas como velas nuevas que hincha,
y despliega el levante.
La espuma de las olas,
blanquea la singladura de tu camino,
remedando la albura de las flores,
cambiarían de color si te vieran sufrir.
Por mantener siempre esa sonrisa,
que viene de tu boca,
la tomaría con mis labios de los tuyos,
mordería esos brotes de azahar,
por compensarla,
me daría a mi mismo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
:)
ResponderEliminar:)
:)
Más sonríasas?
Queroteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
todas Carmelilla, las quiero todas-) querote meniña
ResponderEliminarSiempre es un placer leer un poema tuyo. Gracias y besos.
ResponderEliminarGracias a ti Isabel, besos preciosa :-)
ResponderEliminar