Me gusta sonreír, porque si sonrío,
pienso que estoy más cerca de ti.
Sonrío desde el alma,
así sé que mi sonrisa te llega,
y no me canso de esperar,
la alegría de tu vuelta.
Cuando sonrío,
me siento más libre
y más cautivo de ti,
que me conviertes en ave,
que vuela libre por el mundo,
pero que ansía volver a tu regazo a descansar.
Cuando me sonríes,
tu sonrisa se alza sobre los abismos,
tiende puentes, para que llegues hasta mí,
que espero anhelante,
el sentirte entre mis brazos.
Cuando sonríes,
no hay amanecer ni anochece,
todo es luminosidad,
todo lo desafías amor,
todo se supera.
Con una sonrisa, me dejaste,
vagando, entre la tierra y el cielo.
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Sigue sonriendo siempre, y llegará allá a donde tu desees.
ResponderEliminarQuerote mi poeta favorito.
Biquiños.
Carmela, ya sabes sonríe, porque nunca sabes quien se puede enamorar de esa sonrisa.
ResponderEliminarBicos meniña
La sonrisa... qué arma tan poderosa... Besos Jaumerei.
ResponderEliminarBesos, ya sabes que esa arma es temible, amiga Isabel :-)
ResponderEliminarla mayoria de veces sonrio ...pensando en ti
ResponderEliminarpues te recuerdo con esa sonrisa ..en tus
labios..que contagias con esa bella sonrisa
tuya ....bessets encarna