Quizás cuando más te tengo,
el laberinto de mis sueños,
atrapado entre velos blancos y azules,
intento construir un lugar,
donde reposar juntos,
cojo jirones de nubes,
retazos de cielo azul,
reflejos dorados de sol naciente,
mantos plateados de luna en el mar,
todo lo uno con puntadas de ternura,
cosiéndolos con hilos de roja pasión.
Añado brazadas de rosas,
blancas, azules, amarillas, rojas,
empapadas de rocío,
las envuelvo con mis mayores alegrías,
mientras te digo,
quedito, al oído,
que tu presencia no la cambio por ninguna.
Y descubrir que incendio tu mirada,
que los besos que nos damos,
es el maná que nos alimenta,
y la fuente que nos sacia.
Más solo son eso,
laberintos de ensoñación,
y de nuevo quedo con las ansias,
ansias de besarte,
ansias de tenerte entre mis brazos,
ansias de que algún día los sueños,
puedan hacerse realidad,
si así fuese,
ya no dormiría para descansar,
lo haría para soñar.
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¿Se hacen los sueños realidad alguna vez?
ResponderEliminarOjalá sea así mi poeta favorito.
Bicos cálidos y húmedos meniño.
preciosos tus versos…Siempre es un placer tu visita
ResponderEliminarA mi blog…y agradezco tus elogios
Feliz fin de semana
Un abrazo
Marina