Te fuiste con el viento,
malos vientos corrieron para mí,
quedó tu huella como una marca,
impresa a fuego en mi vida.
Dejaste en mi tu semilla,
de romances inconclusos,
de fuego en el alma,
de conversaciones sin final.
Heme aquí al cabo de los meses,
preñado de tu sensibilidad y calor,
de tu dulzura sin fingimiento, suave,
cálida, esperanzadora.
Daré a luz un sentimiento, nuevo,
evocador de tu figura, soñador,
anclado en la realidad, pero libre,
sabedor de la verdad.
Acunaré en mis brazos ese retoño,
tuyo y mío, fruto resplandeciente,
de lo que pudo ser y no fue, amor
esperanzado, será su nombre.
Crecerá, porque le ayudaré a vivir,
entre la realidad y el sentimiento,
de saberse amado sin manifestarse,
viviendo oculto, sin salir a la luz.
Tal vez, algún día, rompa cadenas,
se muestre al mundo, tome cuerpo,
se enorgullezca de ser lo que es,
grite al cielo su existencia.
Entonces, cerrará el ciclo, entre
amor y muerte en vida, que vive
porque te ama y muere porque vive,
enterrado en el amor.
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Tus versos son hermosos
ResponderEliminary expresivos,
plenos de fuerza
y vibrantes
con la magia del amor
y la ternura
Tantos amores pudieron ser y no fueron... la vida es así... un montón de desamores. Mejor no amar.
ResponderEliminarBicos cálidos y húmedos mi poeta favorito.
M.Teresa gracias por tus comentarios, espero seguir mereciendolos.
ResponderEliminarCarmela siempre digo que mas vale amar y perder que nunca haber amado. Bicos calidos y humedos meniña
ResponderEliminarMás vale tu sonrisa triste, que la tristeza de no verte sonreir...
ResponderEliminarBesinos
Hola amigo,
ResponderEliminarme gustaría leer más de ti,
sigue escribiendo,
un saludo afectuoso
Mi café matutino sabe mejor, cuando te leo.. un beso
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