Amo el aroma de esas flores,
esas pequeñas flores de azahar,
que llevas atadas dentro de tu sonrisa,
blancas como velas nuevas que hincha,
y despliega el levante.
La espuma de las olas,
blanquea la singladura de tu camino,
remedando la blancura de las flores,
cambiarían de color si te vieran sufrir.
Por mantener siempre esa sonrisa,
que viene de tu boca,
la tomaría con mis labios de los tuyos,
mordería esos brotes de azahar,
por compensarla me daría a mi mismo.
hola Jaumerei,
ResponderEliminarcomparar su sonrisa con las flores blancas, un símbolo de pureza y frescura aromática. Qué dulce sensación!
un abrazo fuerte^^
Bonito ese deseo de perfumar el ambiente con ese mágico aroma de azahar todo por ver su sonrisa cautivadora.
ResponderEliminarPreciosos de verdad.
Un beso.
Mmmm... Compartimos pasión por esas flores blancas de azahar, me pierden. Y si vienen acompañadas por un lindo poema yaaaa... ni te cuento. :)
ResponderEliminarBesitos.
El azahar... siempre el azahar :)
ResponderEliminarPrecioso como siempre y no te abandono. Siempre vuelvo mi poeta.
Ahora ando un poco perdida, pero vuelvo, siempre vuelvo.
Biquiños cálidos y húmedos.
Que intensidad de sentimiento el que te inspira tu musa. Bonito.
ResponderEliminarUn abrazo amigo
Qué bonitas metáforas
ResponderEliminarutilizas en tu poema,
como buen versificador
concedes al lenguaje
la gracia de tu arte.
Feliz domingo