viernes, 20 de abril de 2012
Un gato en el sofá
Soy tan solo un hombre sencillo,
que tuvo la osadía de desafiar al amor,
me creía a salvo de el,
pensaba que mi tiempo y el suyo,
habían pasado.
Hablaba de el, en términos lejanos,
desde mi atalaya, lo veía lejano y distante,
y ningún sentido me alertó,
de que se disponía a herirme.
Entre las tardes, lánguidas y placenteras,
mi alma se adormecía,
como un gato al sol, sobre el sofá.
Toda la amplitud de los años y su misterio,
parecían salvaguardarme,
de querer repetir el misterio del amor.
Pero llegaste tú,
estallido musical,
de aromas y colores,
enseñoreándote de mi vida,
rompiendo los silencios donde me ocultaba.
Insuflando en mí sentimientos,
que inflaman la mirada,
haciéndome pensar en un futuro impensable,
que estalla dentro y fuera de mí.
Ahora anhelo ese amor,
te anhelo a ti,
sin mezquindad, sin orgullo,
aceptando esa dádiva del cielo,
un reducto de luz en mi vida,
y decirte tan solo dos palabras:
Te esperaba
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Hermoso en esa dejadez tendida en la desidia,en la aceptación del no retorno para luego renacer al ensueño del amor.
ResponderEliminarY es que es un sentimiento tan grande como inesperado y siempre,siempre bienvenido.
Un beso.
El gato es precioso.
Nunca es tarde cuando la dicha es buena , mi poeta favorito.
ResponderEliminarNunca digas, nunca jamás...
Precioso... muy especial.
Biquiños cálidos y húmedos como siempre :)
¿ Qué seríamos sin él?
ResponderEliminarPasajeros sin destino,labios sin sonrisas, ojos sin lágrimas, corazones autómatas....
Precioso Jaumeri. Que viva el amor y todas sus formas !!
Besos :-)
...Pues ya he llegado. :)
ResponderEliminarY decirte que del amor no se puede escapar, es inútil resistirse... un dia se pone delante y te envuelve entre sus suaves sedas y amigo... ¡este perdido para siempre! ¡Disfrútalo! ;)
Besitos.