mientras veía su cálido aliento a mediodía,
en ligeras nieblas subía,
ocultando los bajeles a la mirada.
Mis pies desnudos caminan sobre arenas calizas,
se adivinan las minúsculas conchas
desmenuzadas por la mar,
los gritos de las gaviotas acompañan mi paseo,
me refresco en tus tibias aguas,
adorable mar azul.
Ojos diáfanos, azules, cuando estás en paz,
verde mirada acerada en tus momentos oscuros,
el viento levantará tu espalda,
formando festones blancos,
disputando su color a las blancas velas,
que como albas palomas,
raudas navegan hacia puerto.
Te diría adiós desde allí,
un adiós lleno de añoranza y melancolía,
un adiós mentido, pues lo sabes,
no puedo estar lejos de ti.
Ains... ¿quién más romántico que tu?
ResponderEliminarBicos cálidos y húmedos meniñooooooo
El mar... la mar... no podría estar lejos... Tus palabras siempre tan bellas Jaumerei.
ResponderEliminarUn besazo amigo mío.